lunes, 30 de mayo de 2011

No me llames iluso….

Estoy completamente de acuerdo con la Cabra Mecánica. ¿Qué sería de nuestro “coco” sin las ilusiones?.
Gracias a ellas escapamos de la rutina, y nos hacen mantenernos vivos.
De ilusiones sabemos bastante los que nos gusta correr. Pasamos la mayoría de nuestras salidas pensando en proyectos, metas, carreras que nos gustaría disfrutar.
Partiendo de que hace apenas un mes que he salido de mi lesión; algunos me tacharán de loco, otros de irresponsable (incluso yo pienso que tengo bastante de las dos cosas), pero me he propuesto comenzar con la preparación para la Subida al Veleta (si es que existe preparación).
50 km, 3000 metros de desnivel y acabar por encima de los 3000 metros de altura, pienso que por mucho entreno que se lleve encima nada será suficiente.
De todas formas, todos sabemos que en este mundillo todo es relativo. La dificultad la pone uno, por lo que pienso tomármelo con mucha, mucha calma. Intentar disfrutar y acabar sin dolores en la espinilla.
Tengo muy buenas sensaciones con las piernas, he vuelto con muchas ganas de kilómetros y no me importa tomarme las cosas con más calma.
Así que la tirada larga la estoy alargando progresivamente (ya va por 25 km) y a la vez voy añadiendo algo más de dureza, un poco más de desnivel. También estoy aprendiendo a correr a ritmos mucho más lentos de los que acostumbro.
Sí, no es coña, cuesta trabajo correr a ritmos mucho más suaves que los que estás acostumbrado (si no lo crees, haz la prueba).
No pienso olvidar alguna salida de calidad (con cuestas o farlek) ni tampoco quiero dejar abandonada la elíptica, será muy aburrida, pero es la que me ha ayudado en mi obligado encierro. Así que si quito un día de impactos en los “periostios” pienso que me irá mejor.
Espero no estar sólo en esta aventura y que al final no se me rajen ni Alcorca, ni Andrés.
Quizás al final sea yo el que me raje, pero por ilusión que no quede.


miércoles, 18 de mayo de 2011

Volver a disfrutar

Con miedo aún, pero poco a poco vamos recuperando la normalidad.
Mi balance después de dos semanas de retorno es más que positivo.
Siento ligeras molestias aún en la pierna, pero parece que no es de la lesión. Así que sigo con mis automasajes y mi gel frío, pero cada vez con menos frecuencia.
Poco a poco me estoy metiendo caña. Este domingo en Jabalquinto, después de sólo dos semanas de entreno (una de ellas a trote cochinero y otra metiéndome cada vez más kilómetros pero a ritmos suavitos), me fue bastante bien. No estoy tan lejos de mi nivel habitual (y eso que no he metido calidad).
Ayer me hice una rutilla de toboganes, 5 km de cuesta arriba contínua (calentando a ritmo suave), 5 km rompepiernas (sube-baja cortos pero con mucha pendiente, apretando en las subidas y recuperando en las bajadas) y otros 2 km para enfriar.
Me he dado cuenta que a nivel de cardio estoy bastante bien (no me costó excesivo trabajo mantener un buen ritmo en Jabalquinto), pero de piernas estoy bastante flojo, lo noté ayer en los toboganes.
Supongo que le elíptica y la piscina me han ido de escándalo para conservar mi nivel de cardio.
Ahora sólo falta volver a poner las piernas fuertes y recuperar esos segundillos que ha perdido mi ritmo.
Pero despacio, para no recaer otra vez.
Cuando me vea otra vez bien, empezaré a pensar en nuevos retos, aunque de eso ya se está ocupando el amigo Alcorca que piensa por mí (¿no está demasiado cerca la subida al Veleta? ¿me dará tiempo a prepararme?).
No puedo evitar hacerme ilusiones, pero sé que no debería ir y espero que por una vez pueda más mi cabeza que mi corazón.
Lo que no descarto es alguna maratón a partir de septiembre, empezar a prepararme pal' tío del mazo. ¿Sevilla?, ¿Málaga?, ¿Madrid?.
Cambiando de tema, hay gente que dice que mi Pablete no se parece a mí. Yo cada día que pasa le encuentro más parecido, sino juzgar vosotros mismos: