lunes, 1 de octubre de 2012

Emotion Extreme 2012


Con la élite: Raúl, Fini y Gonzalo

Cualquier iniciativa para organizar una carrera merece mi más sincero respeto y admiración. Sea cual sea el resultado, aunque resulte un desastre en cuanto organización siempre contarán con mi apoyo y reconocimiento.
Pero lo que me revuelve el estómago es cuando alguien intenta hacer de la carrera popular un negocio. Pero además de hacer negocio resulta que tanto la carrera como lo que había alrededor de la carrera resulta un chapuz, un negocio muy mal organizado (eso sí con muy buen resultado económico para sus promotores).
Vergonzoso lo que ví ayer en la primera Emotion Extreme y para mi la última a la que asistiré.
Una pena, porque el recorrido precioso, los corredores con muchas ganas de montaña y eso sí, por lo menos disfrutamos de la montaña.
Cobrar el pastón que costaba la participación en la carrera y a cambio recibir mala organización, mala educación, una espera para recoger un trofeo innecesaria, pagar 1,50 euros por un vaso de cerveza, una camiseta y una gorra (estas dos últimas cosas, donadas por Caja Rural). Más de uno se lo pensará el año que viene antes de participar, conmigo que no cuenten, que como le dije al "borde" de la organización que llevaba los listados de las clasificaciones, esta carita no la verán el año que viene.
Todo comenzó al poco de dar la salida, la policía se adelantó demasiado y los que íbanos en cabeza de carrera, en el primer cruce (en la calle Fuente del Alamillo), en vez de girar a la izquierda, lo hacemos a la derecha. Los corredores de atrás nos advirtieron de nuestro error y rectificamos, la primera en la frente, no había señalización ninguna ni nadie de la organización en el primer cruce para indicarnos el camino a seguir.
Cruzamos la Puerta de Martos y la Magdalena, en busca del camino del Bigotes (sin señalización por ningún sitio) y segunda vez que nos perdemos los de cabeza, en otro cruce cogemos una calle que sube empinada y a mitad de la cuesta oímos las sirenas que iban por la paralela, así que vuelta para abajo y a retomar la otra calle.
Aquí ya iba que me subía por las paredes, cómo puede ser que no hayan puesto a voluntarios en cada cruce para indicar al corredor por dónde debe ir. En el campo vas siguiendo las cintas, pero si en ciudad no colocas indicación alguna ¿cómo coj.... vamos a saber por dónde hemos de correr?.
Bueno, salimos al carril del Bigotes y a partir de aquí no estaba mal señalizada la carrera, en algunos puntos daba lugar a confusión, sobre todo en las bajadas, algunas chungas y tenías que ir más atento de la cinta que de dónde estabas pisando.
A pesar de eso me volví a perder otra vez, bajando hacia la Casería del Vicario, pensé que teníamos que seguir el camino y crucé las olivas para seguirlo, cuando estaba a punto de retormarlo el que venía detrás (algo rezagado), tuvo el detalle de pegarme un vozarrón y avisarme de mi error, vuelta a subir las olivas y ví a un voluntario, pero en vez de estar situado en el cruce donde podía haber confusión, estaba casi metido en la vereda de bajada (realmente tenía que ser espectacular ver la bajada desde la posición donde estaba), le pedí por favor que se situara algo más atrás para que no se perdiera ningún corredor más.
La carrera dura y muy bonita. A pesar de estar muy poco entrenado (y lo poco por llanos) acabé con algo más de 1:44 en el puesto 14 de la general. Creo que habiendo hecho algo de entreno específico podía haber realizado una carrera bastante mejor, y sobre todo sin cargarme tanto las piernas.
Más sorpresas cuando después de darme el masaje y ducharme me dirijo a la barra y veo a los corredores pagándose las cervezas. Nos habían dado un ticket con el que tenías derecho a una cerveza o refresco y a un bocadillo o plato de paella. La comida vale que la dosifiquen, pero la cerveza, que moviéndote un poco a cambio de publicidad te la regala Cruzcampo, cobrarte 1,50 euros por un vaso de plástico, me parece un sablazo como pocos.
Llegué sobre las 12 menos cuarto de la mañana, había pillado trofeo como 2º universitario, hasta las una aproximadamente no pude hablar con nadie que me confirmara esta clasificación (los de gescon chip no tenían ni idea y hablé con bastante gente del Emotion que tampoco me supo indicar), pues cuando por fin logro dar con la persona, le pido que me confirme que se van a entregar los trofeos (iba con mis dos chiquitines y tanto el padre, como la madre, como mis retoños teníamos más hambre que el perro de un ciego), después de hablar con este individuo quedamos en que los trofeos de la Universidad se repartirían junto con el resto de las categorías. Pues a las 2 y cinco (a pesar de estar planeada la entrega de trofeos para las 1 y media) se acerca este individuo y me dice que al final han decidido hacer la entrega de los de la Universidad otro día en el gimnasio. Me salió del alma cuando le dije, "ves esta cara, pues quédate con ella que no volverás a verla".
El tío  en vez de reconocer que la cosa no estaba saliendo muy bien y pedir disculpas se puso borde conmigo. Tiene coj....
Hay ejemplo de carreras de montaña bonitas y con una organización magnífica. Corrí la Media Maratón de montaña de Somosierra. La inscripción está subvencionada por el Corte Inglés, la gente de la organización se ha movido para que nos salga gratis a los corredores. Además después de llegar, tienes un ágape con multitud de aperitivos y cerveza y refrescos los que quieras.
En Almería, todos los años se celebra la carrera del Zapillo, gratuita para los participantes y con buena bolsa del corredor, bocadillos, fruta, cervezas y refrescos.
En fin tenemos multitud de carreras que a pesar de organizarlas clubes con recursos muy limitados y sin apenas apoyo institucional (en el caso del Zapillo, sin ninguno), se vuelcan y aunque al final la cosa no salga perfecta no te queda otra que quitarte el sombrero ante ellos y no te cansas de darles las gracias y la enhorabuena.
Hay otras carreras, que a pesar de costar algo la inscripción, tienen una organización impecable y además recibes con creces lo que has pagado.
En fin, una pena, porque el evento prometía pero la organización lo ha eclipsado y lo ha estropeado de mala manera, intentando hacer un negocio de un deporte. O cambian la filosofía de este evento o está condenado al fracaso.
Llegando a meta y concluyendo el Emotion 2012