sábado, 14 de junio de 2014

RECICLARSE O RETIRARSE. I DECATRI DEL RINCÓN DE LA VICTORIA, VUELTA A LAS BUENAS SENSACIONES.


Para los que no estéis al tanto de mi situación deciros que he pasado un bache malo de lesiones.
Todo empezó haciendo unas series en octubre de 2013 y ahora es cuando estoy empezando a ver la luz al final del túnel. Rotura de cuboide, tendinosis en los peroneos, fascitis plantar, ... en fin parezco más un muestrario de lesiones que un corredor popular. Mi fisios Antonio Oya y Ana, me han vuelto a poner el pie en su sitio y aunque aún tengo algunas secuelas y molestias puedo decir que ya he pasado lo peor.
Esto me ha hecho replantearme el correr. Decidí alternarlo con otros deportes, así que como llevaba tanto tiempo queriendo hacer un triatlón en condiciones, pensé que era el momento de prepararme uno en serio.
Mi estreno no fue muy bueno que digamos. En Benalmádena me cogí unos pies malos en el sector de natación y nos perdimos del grupo, por pocas nos chocamos con el espigón de rocas y nos quedamos de los últimos. Tampoco me sentí agusto con la bici y corrí desganado para acabar con la sensación de no haberlo hecho bien. Aunque me picó el gusanillo y me enganchó.
Gracias a mi buen amigo y Míster de natación José David, he progresado mucho y el mal día que tuve en Benalmádena queda como una anécdota y como una lección: "por muy rápido que vayas nadando, levanta de vez en cuando la cabeza, que si no te puedes quedar varado".
Este domingo pasado (8 de junio) tocaba quitarme esa espina, había un sprint en el Rincón de la Victoria, así que para allá fuimos. Quiero darle las gracias a mis vecinos, José y Lola por darnos cobijo en su casa y a mi familia por acompañarme.
El estar con José David y su mujer en los momentos previos, hizo que no me pusiera nervioso, además me sentí mucho más tranquilo al preparar en boxes las cosas para las transiciones con él.
Aunque me llevé el neopreno y el agua estaba realmente fría, decidí no ponérmelo. El neopreno es de los del decatlhon, corto, no es de nadar y me siento realmente incómodo y rígido en la zona de los hombros. En Benalmádena me fatigó sobremanera la natación y creo que fue por el neopreno.
Éramos muy pocos sin neopreno, así que pensé que si hacían una categoría con machotes y machotas sin neopreno y "el resto", seguro que pillaba premio.
No me enteré cuando dieron la salida, así que empecé sin agobios. Esta vez preferí estar en el centro del grupo para no perderme. El sector de natación tenía forma de M, teníamos que salir a tierra para volver al mar, la organización preparó 700 metros pero con el cambio de circuito de última hora creo que se fueron hasta cerca de los 900.


A pesar de eso no tuve muchos problemas para coger mi ritmo, algún golpe que otro de vez en cuando, pero esto no es como jugar al ajedrez, cuando nadas con tanta gente alrededor te llueven los golpes por todos lados.
Al llegar a la primera boya hubo agarrones y mucha pelea, ya que había mucha gente parada y teníamos que pasar de alguna forma. Cuando me faltaban unos 100 metros para salir definitivamente del agua, se me quedaron completamente engarrotados por el frío los dedos de la mano izquierda.
Mi sorpresa fue cuando corrí hacia boxes a hacer la transición, aún quedaban muchas bicis así que pensé: "Nono, no lo has hecho nada mal, ésta es la tuya". 

Así que hice una rápida transición (no tenía que quitarme neopreno) y aunque tardé algo en meter mis pies en las zapas de la bici empecé a coger cadencia y a comerme literalmente ciclistas.

El recorrido era muy rápido y no había completado ni media vuelta (eran 2 vueltas a un circuito) cuando enganché a un numeroso grupo. Intenté escaparme en un par de ocasiones pero de momento volvían a engullirme, así que decidí guardar "patas" para hacer lo que de las tres cosas menos mal se me da: Correr.
Supuestamente el sector ciclista eran 20 kms, pero no llegaron ni a 17; eso sí a una media cercana a 40 km/h, eso en bici es mucho.
Cuando iba a acabar el segundo sector, encabecé el pelotón para no pararme mucho en la transición. Esta vez tardé algo más (había un pie que no quería salir de la zapa de la bici). Me puse mis zapas de correr y observé que no había muchas bicis colgadas, buena señal.
Esta vez, a pesar de correr muy rápido no adelanté a tanta gente, buena señal, porque quería decir que estaba con gente rápida.

Me crucé muchas veces con mi Míster que estaba haciendo un carrerón y al final entrada en meta con un 43 de la general y un 9º en máster 40, a dos minutos del podio. Sé que es una eternidad, pero aún tengo mucho que mejorar en natación y en bici, así que todo se andará.
Por su parte el fiera de José David demostró su clase para hacer un 36º en la general y un 1º en máster 50. Un fuera de serie, y eso que no entrena.... Su categoría como deportista sólo es eclipsada por su categoría como persona, es el típico tío que no tiene enemigos es imposible llevarse mal con él.
Dos piratas de los buenos

Reiterarle las gracias a esta gran persona que está haciendo que día a día me supere nadando y que me crea que algún día seré bueno en el agua. Y por supuesto a su mujer por inmortalizar con fotos este buen rato.
Este triatlón que tan buen sabor de boca me ha dejado, se lo dedico a mi cuñailla, Patri, recién operada para que tenga una muy rápida y completa recuperación, un besazo para ti guapetona.
Ahora a pensar en el próximo, aunque antes correré la nocturna de Málaga.
Hasta pronto.