
A la tercera va la vencida. A pesar de no tener dorsal, gracias a Roberto (Barney), me presenté a la presi del Zapillo (Mayte) y un eficiente Paco me consiguió un dorsal. Desde aquí muchísimas gracias a los tres.
Al contrario de lo que me pasa en cualquier carrera de Jaén, tuve tiempo de sobra para calentar.
La verdad es que me sentí bastante sólo, no conocía a nadie con quién poder charlar, en Jaén no paro de cascar y saludar a diestro y siniestro y aquí estuve todo el rato con la boquita cerrada.
Salimos del campo de fútbol del Zapillo, nos llevaron por el parque botánico hasta el nuevo ferial (Estadio del Mediterráneo), corrimos un kilómetro (aproximadamente) por rambla (lo más parecido a correr por el desierto) y después de varias vueltas cerca del jardín botánico llegamos a meta en el mismo campo de fútbol del Zapillo.
En la salida me quedé un poquito retrasado respecto al grupo de cabeza (calculo que sobre el 30). Empecé a remontar, pero siempre buscaba estar acompañado por otro corredor, gracias a eso pude mantener un buen ritmo durante toda la carrera.
La rambla fue mortal, todos los corredores nos quedábamos clavados en esa arena tan blanda, te hundías y apenas podías correr. Si buscabas las hierbas para poder traccionar mejor te encontrabas con piedras grandes y sueltas que amenazaban con destrozar los tobillos.

Al salir de la rambla, continuamos por la carretera, tuve suerte de ir acompañado por un corredor del Zapillo que se llamaba como yo, así que cada vez que alguien le daba ánimos a él, me imaginaba que se dirigían a mí y eso hacía que me creciera. Al final de la carretera nos volvían por el carril bici, por lo que facilmente pude ver que la cabeza de carrera no estaba tan lejos y que en ese momento íbamos 6º y 7º, a un buen ritmo y aún bastante entero.
El 1º iba destacado, después en un grupo marchaban 2º, 3º y 4º, el 5º se había quedado un poco y mi compañero de fatigas y yo marchábamos a unos 150-200 metros de él.
En el km 8, viendo que el corredor del Zapillo era bastante más alto que yo y por tanto tenía zancada más larga me decidí a atacar, no quería un sprint final. Apreté mi ritmo y me descolgué poco a poco de él. Al mismo tiempo, veía que me acercaba al 5º, pero me faltó medio kilómetro más para poder darle caza.
Llegué a meta con un tiempazo (para mis posibilidades) de 37:07. Es la primera vez que llego tan arriba en una carrera y disfruté mi entrada en meta, parecía de la élite.
Carrera muy rápida (a excepción del paso por la rambla), completamente llana pero con un grado altísimo de humedad.
Pensaba que este último detalle me iba a pasar factura a lo largo de la carrera, pero lo cierto es que a pesar de que mi cuerpo no la tolera, aguanté bastante bien.
Organización por todo lo alto. Agua y fruta antes y después de la carrera, dos avituallamientos, gran bolsa de corredor (camiseta técnica, gorra, parasoles para las ventanillas del coche, fruta, refrescos, crema protectora, bocadillo, macuto...) todo ello en una carrera gratuita.
Sin duda una carrera para apuntar en el calendario de cara al año que viene.