jueves, 23 de junio de 2011

Preparando la subida al Veleta

Ultimamente tengo bastante descuidado el blog pero no está ocurriendo lo mismo con los entrenos.
No quiero recaer con la periostitis, así que he tenido que limitar bastante las salidas y cada noche en mi casa "aceitico" y "masajico" pa' mi pierna.
Más de tres días a la semana no corro, lo que completo con elíptica. Eso sí, la tirada más corta es de 12-13 km, la normalita de unos 17 y la larga de unos 30 km.
En la corta meto cuestas con mucha pendiente pero cortas, para poner más fuertes las piernas.
La tirada de 17 kilómetros cuando la hago en desniveles intento hacerla a un ritmo bastante vivo y cuando corro en llano hago cambios de ritmo a intervalos de tiempo.
Pero el plato fuerte de la preparación está en la tirada larga. Cada salida he ido aumentando la dureza, me he estancado en 30 km, creo que lo que haga de más serían kms basura.
Comencé haciendo una ruta circular de Entrecaminos - La Guardia - Crta Puerto Alto - Entrecaminos, unos 25 km, con "apenas" 400 metros de desnivel +.
La siguiente salida añadí a la anterior el escollo de subir al Cerro San Cristóbal (1000 m)añadiendo unos 5 km más a la ruta y un desnivel + acumulado de unos 800 m.

Vista de Puerto Alto desde las Allanadas en el Cerro San Cristóbal (hasta ahí arriba subí):


También he ido a Pegalajar desde Entrecaminos, cruzando la Serrezuela, unos 24 km con 600 m de desnivel.

Pegalajar visto desde Puerto Alto:

Corriendo por la carretera de Puerto Alto, pensé que un buen entreno para el Veleta sería subir desde el puente de la Sierra hasta todo lo "alto" de Puerto Alto, valga la redundancia. Unos 15 km de contínua subida y llegué hasta los 1330 m de altitud, partiendo desde los 430. Con lo que me salía una pendiente media del 6%, extrapolándolo a los 50 km del Veleta sale 3 km de desnivel; por lo que pienso que pendientes parecidas a esto será lo que me encontraré.
Este lunes pensé que mi ansiado Veleta era la excusa perfecta para subir a Jabalcuz. Nunca había subido corriendo, ni tampoco había ascendido por la falda que da a la carretera de los Villares, siempre lo había hecho por Caño Quebrao.
Salí desde la rotonda de la Carretera de los Villares por el carril bici(no sé quién me manda meterme por ahí) llegué hasta el restaurante que corona el puerto de los Villares sin localizar la empinada cuesta que conduce hasta Jabalcuz. Me dí la vuelta pensando que era una locura seguir buscándola, que se me iba a hacer de noche. Pero cuando iba a arrojar la toalla después de haberme recorrido casi todas las urbanizaciones, comencé a subir por una cuesta empinada (Urbanización Bellavista) que recordaba haber bajado con la bici.
Algo más arriba cruce de caminos, volví a equivocarme (no está señalada la subida y las pocas señales que existen inducen a error), cogí el camino más empinado, el que subía recto. Se perdió entre las olivas y seguí subiendo en línea recta hasta que cogí la pista forestal.
De aquí hasta el refugio ya no había pérdida. Al llegar al refugio breve charla con el guarda (que me miraba como si acabara de bajar de un ovni) y muy amablemente me rellenó el bote del agua.
Ruta que tengo que repetir, muy chula y fresquita. Desde los 600 m llegas a los 1614, con lo que tiene un desnivel considerable que salvas en apenas 15 km.

Vistas desde Jabalcuz:


Estoy disfrutando como nunca he disfrutado para preparar una carrera, si hay algún pero, éste es el calor. Para que no se me haga de noche, tengo que salir entre las 6 y 6.30 de la tarde, con la fresquita.
Entre entreno y entreno también he metido alguna carrera, para no perder chispa.
Aunque sé que el 7 de agosto lo que menos voy a necesitar es chispa.
Sé que me faltan entrenos en altura, pero para eso tengo que desplazarme con el tiempo que ello conlleva, tendré que confiar en mi cuerpo y cruzar los dedos para que no me afecte la altura.

lunes, 6 de junio de 2011

5000 en pista Memorial Paco Manzaneda

El sábado 4 de junio se celebró el Memorial Paco Manzaneda en la pista de la Salobreja de Jaén.
No me gusta la pista, pero esto es como la tónica y cada vez que la pruebo me gusta más...
Masiva afluencia de corredores, sobre todo en veteranos, incluso los ocho jueces presentes baremaron la posibilidad de hacer dos salidas, pero al final se decidió que sólo controlarían a la cabeza de carrera y que los demás llevaran su cuenta.
Me coloco sobre la calle 4 y en 5ª o 6ª fila sabiendo que no era un buen sitio para coger una buena rueda, pero no podía avanzar más. Pistoletazo y empiezan los tropezones y zancadillas y el pedir "perdón" a diestro y siniestro.
Sabía que tenía que adelantar rápido para no quedarme encajonado en ningún grupo numeroso.
Cuando quise acordar y empecé a correr a mi ritmo estábamos en la 3ª vuelta (menos mal que no era un 1500).
Buscaba a mi compi de club Manolo, pero lo ví junto con Juanra que ya me sacaban cerca de 100 metros, así que dí por perdido ese grupillo.
Mientras me lamentaba por mi mala posición de salida y seguía adelantando gente (por la calle 2, 3 e incluso la 4) me pasó un corredor del Fermín Cacho al que decidí seguir.
Las vueltas empezaron a caer y la distancia que me llevaba el de Andújar se mantenía en 10 metros, empecé a sentirme cansado y pensé que acabaría marchándose. Gracias a la experiencia y consejo de mi buen amigo Cristóbal García Vico (espectador de lujo de la carrera) que a partir de la 7ª u 8ª vuelta empezó a gritarme: "Nono, arrímate a él, pégate", hice un esfuerzo y me pegué como un sello. De esta forma iba mucho más cómodo que cuando me llevaba una pequeña distancia
Los jueces nos gritaban cuando pasábamos por meta que íbamos el 12º y 13º de la general.
Pasamos a Miguel Angel Muñoz (antes de la Guardia Civil, ahora del Porcuna) y a otro corredor que no conocía).
Iba muy agusto y notaba que mis piernas aguantaban aún una marcha más.
A falta de 3 vueltas el iliturgitano metió la sexta, hizo un cambio de ritmo brutal. Así que yo me limité a hacer el que me permitiera acabar ese último kilómetro con la cabeza alta y gracias a eso veía a mi compañero Juanra cada vez más cerca, tanto que en la última vuelta pensé que lo iba a pillar.
Entrando en los últimos 500 metros me dobló el gran Manuel López, vencedor de la prueba. No me lo esperaba, así que no pude abrirme a la calle 2 (luego le pedí disculpas), el tío iba sobrado, aunque hubiera corrido por la 8 hubiera vencido.
Aumenté el ritmo pero Juanra también, así que entré a 10 metros escasos de él. Creo que al final pasé a otro corredor (si era un doblado iba demasiado rápido). Así que acabaría el 10º o 11º.
Rebajé la marca del año pasado en 35 segundos, parando el crono en 18'25''. Muy bien teniendo en cuenta que después de casi un año de parón sólo llevo un mes y medio entrenando.
Tirarle de las orejas a unos cuantos doblados que hacían oídos sordos a los jueces, cuando repetían hasta la saciedad que los doblados se fueran hacia las calles exteriores, dejando la 1 a la cabeza de carrera.
Aproveché la tarde para soltar a diestro y siniestro mi intención de subir al Veleta este año, y me dí cuenta que no era el único loco y que la media maratón de Calar Alto (en Almería) va a estar llena de jiennenses con ganas de ponerse a prueba cara al Veleta.
El domingo paliza para las piernas, tocaba tirada larga a ritmos lentos y con algo de desnivel.
Así que me metí entre pierna izquierda y derecha 28,5 kilómetro con algo más de 800 metros de desnivel positivo y otros 800 negativo. De Entrecaminos a La Guardia, carretera hacia Puerto Alto, subida a las Allanadas del Santo (Cerro San Cristóbal), volver a bajar a la carretera, Los Arenas, Bermejales y otra vez a Entrecaminos.
El perfil de mi ruta:


Pienso ir aumentando algo los kilómetros y el desnivel, si no quiero acabar tocado en el Veleta. Aunque me temo que a partir de ahora me irá costando más el encontrar cuestas, porque ¿dónde voy a encontrar cuestas en Almería?.