jueves, 22 de septiembre de 2022

RETO 2

 


Para este reto quiero hablar de una adelantada a su tiempo, que aunque nació en Almería, vivió y desarrolló su actividad en mi ciudad, Jaén.

Esta mujer se llamaba Amalia López Cabrera y nació en el año 1837.

Hija de unos ricos comerciantes, pasó su infancia en la calle Posada de Almería. Poco después de cumplir los 20 años conoció a un editor viudo de Jaén, se casó y se trasladó a la capital del Santo Reino.

Fue clave su amistad con Ludwik Tarszela ski Konarzenski, conde de Lipa. Tarszela era capitán del ejército de Polonia, expatriado en Francia y amigo del artista Louis Daguerre, creador de la fotografía, quien le inició en la fotoquímica y los secretos del posado, este militar impartió unos talleres en Jaén y ella no tardó en ser una alumna aventajada.

Así, en el barrio de la Merced, en el número dos de la calle Obispo Arquellada, instaló Amalia en 1860 el que fue el primer estudio profesional de fotografía de una mujer en España. En su domicilio, junto a la imprenta de su marido, Amalia retrató a las familias de la época, hacía tarjetas de visita e incluso fotos potsmorten. También se dedicó a la fotografía artística, usando como modelos a gente corriente de la calle.

Lo trascendente de esta mujer no es su inclinación por la fotografía, ya existían numerosas fotógrafas en su época, sino el "atreverse" en una sociedad de inspiración machista, a abrir un estudio de fotografía.

En 1869 su marido tiene que trasladarse a Madrid por temas laborales, motivo por el cuál ella tiene que cerrar su estudio.

Como he dicho, lo trascendente de esta mujer no es su afición a la fotografía, sino la intromisión en un mundo empresarial dominado por el hombre, mientras el resto de mujeres de su ciudad y su época se dedicaban a labores domésticas o a las labores agrícolas que le eran impuestas por el estereotipo de su género.

Bibliografía:

https://www.eldiario.es/andalucia/jaen/mujer-andalucia-jaen-historia-itinerario-huellas_1_3532254.html

viernes, 16 de septiembre de 2022

RETO 1

 

Hace un par de días leí una noticia en un diario local referente a la desigualdad de género en el reparto de las tareas domésticas. Aún queda un largo camino por recorrer en este escenario, aunque pienso que cada vez en más hogares se produce un reparto más igualitario, al menos eso parece al charlar y convivir con amigos y familiares que más cercanos tengo.

                La noticia hacía hincapié que el reparto de tareas se seguía haciendo por norma teniendo en cuenta si se es niño/niña hombre/mujer, siendo un claro ejemplo de la socialización de género.

                Estoy casado y soy padre de una niña y dos niños. La niña cumple en octubre 16 y los niños tienen 11 y 6 años.

                En mi casa no había reparto de tareas estipulado, mi cónyuge no trabajaba, por lo que el grueso de las tareas hogareñas las realizaba ella. En mi tiempo libre ayudaba, pero como digo, por el tiempo disponible, ella se llevaba la mayor parte de las cargas.

                La cosa cambió cuando ella comenzó a preparar oposiciones hace unos 3 años. Ya no disponía de tanto tiempo y tuvimos que “alargar el día” para sacar la casa adelante (limpieza, comidas, ropa, mantenimiento del hogar, compras, …).

                Desde hace un tiempo empezamos a delegar tareas del hogar tanto en mi hija como en mis hijos. Mi hija se quejaba de que a ella le exigimos más que a sus hermanos, cosa cierta, pero es porque empezamos a hacer un reparto de tareas acorde con la edad y sin apenas planificación.

                Leyendo este artículo he recordado lo que hemos puesto en práctica a la vuelta de vacaciones. Resulta que mi cónyuge ha comenzado a trabajar, por lo que hemos hecho un listado de tareas a realizar, con una estimación de tiempo en cada tarea y, según las características de la tarea, quién podía realizarla y quién no, también hemos designado tareas “rotativas” y tareas “fijas” (en función de si se realizan siempre por la misma persona o no).

                De esta forma hemos “quitado el género” a las tareas, es cierto que todas las tareas, al menos las que en mi familia hemos definido, pueden realizarse indistintamente por cualquier sexo, pero hemos tenido en cuenta otras variables, como la edad o la capacitación para dicha tarea a la hora de ver quién era apto o apta para realizarla.

                Es un procedimiento muy simple, pienso que si en todos los hogares se llevara a cabo, podríamos lograr un avance para atacar a la temida socialización de género.

martes, 13 de septiembre de 2022

Reto 0

 Mi nombre es Antonio Chico.

Soy funcionario de carrera destinado en el SEPE desde febrero de 2007. Comencé como auxiliar administrativo y actualmente pertenezco al Cuerpo de Gestión. Anteriormente a mi andadura en la empresa pública trabajé en el sector de la construcción (entre otros) en la empresa privada.

He prestado servicios tanto en la Dirección Provincial como en numerosas oficinas de Jaén.

Actualmente soy director de la oficina de prestaciones de Torredonjimeno.

Mis expectativas al finalizar este curso son adquirir un conocimiento mayor de la igualdad y la perspectiva de género, ya que soy ponente en mi Dirección Provincial y me gustaría impartir los módulos de igualdad con un mayor conocimiento de causa.

Una imagen que pueda definirme, una "cabeza gigantesca". No suelo parar hasta que consigo lo que quiero, algunos lo llaman "perseverancia".

Me encanta practicar deporte, viajar, leer y sobre todo estar con mi familia.