Hace un par de días leí una
noticia en un diario local referente a la desigualdad de género en el reparto
de las tareas domésticas. Aún queda un largo camino por recorrer en este
escenario, aunque pienso que cada vez en más hogares se produce un reparto más
igualitario, al menos eso parece al charlar y convivir con amigos y familiares
que más cercanos tengo.
La
noticia hacía hincapié que el reparto de tareas se seguía haciendo por norma teniendo
en cuenta si se es niño/niña hombre/mujer, siendo un claro ejemplo de la
socialización de género.
Estoy
casado y soy padre de una niña y dos niños. La niña cumple en octubre 16 y los
niños tienen 11 y 6 años.
En mi
casa no había reparto de tareas estipulado, mi cónyuge no trabajaba, por lo que
el grueso de las tareas hogareñas las realizaba ella. En mi tiempo libre
ayudaba, pero como digo, por el tiempo disponible, ella se llevaba la mayor
parte de las cargas.
La cosa
cambió cuando ella comenzó a preparar oposiciones hace unos 3 años. Ya no
disponía de tanto tiempo y tuvimos que “alargar el día” para sacar la casa adelante
(limpieza, comidas, ropa, mantenimiento del hogar, compras, …).
Desde hace
un tiempo empezamos a delegar tareas del hogar tanto en mi hija como en mis
hijos. Mi hija se quejaba de que a ella le exigimos más que a sus hermanos,
cosa cierta, pero es porque empezamos a hacer un reparto de tareas acorde con
la edad y sin apenas planificación.
Leyendo
este artículo he recordado lo que hemos puesto en práctica a la vuelta de
vacaciones. Resulta que mi cónyuge ha comenzado a trabajar, por lo que hemos
hecho un listado de tareas a realizar, con una estimación de tiempo en cada tarea
y, según las características de la tarea, quién podía realizarla y quién no,
también hemos designado tareas “rotativas” y tareas “fijas” (en función de si se
realizan siempre por la misma persona o no).
De esta
forma hemos “quitado el género” a las tareas, es cierto que todas las tareas,
al menos las que en mi familia hemos definido, pueden realizarse indistintamente
por cualquier sexo, pero hemos tenido en cuenta otras variables, como la edad o
la capacitación para dicha tarea a la hora de ver quién era apto o apta para realizarla.
Es un
procedimiento muy simple, pienso que si en todos los hogares se llevara a cabo,
podríamos lograr un avance para atacar a la temida socialización de género.
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